Los acontecimientos suscitados en los últimos tiempos a nivel global con la pandemia COVID-19, ha puesto en duda la capacidad de las instituciones del estado para enfrentar cualquier crisis, en esta ocasión la crisis sanitaria en Ecuador ha sido una muestra de la ineficiencia en la atención y prevención de las enfermedades contagiosas. Si este evento trascendiera fronteras hacia las comunidades amazónicas sería como una catástrofe igual o peor que las inundaciones y desbordamiento del río Bobonaza, río villano, río Arajuno, río Curaray, tec.
Desbordamiento rio Bobonaza, comunidad Pakayaku. (Foto fundación Sacha Warmi)
Desbordamiento río Arajuno (Foto Luis Canelos)
Desbordamiento rio Villano (Foto Comunicación Confeniae)
mil contagiados a nivel del país, por cuanto los pueblos y nacionalidades de la amazonía ecuatoriana han tomado medidas que restringen el ingreso de terceros a sus territorio amparados en el artículo 18 del Convenio 169 de la OIT. Cerrar los accesos viales ha sido con el objetivo de evitar el EXTERMINIO DE LOS PUEBLOS como lo sucedido por ejemplo con los TETETES, allá por los años 60s, descritas por Ángel Cabo de VILLA, en la cual reconstruye el papel de la presencia occidental –a través de las madereras o las petroleras-, hoy por decir las empresas mineras, el COVID-19, etc.Cuando la selva ya no es la misma selva, “la misma agua, el mismo cielo... Nadie puede vivir para siempre, ni la tierra, ni el agua, ni los árboles, ni los animales, etc.” (ni el ser humano) decía el misionero italiano Lino Tagliani, pero no sólo lo dice él, sino, nosotros los pueblos amazónicos hemos manifestado desde el inicio de los tiempos.Los casos de COVID-19 ya están en las ciudades amazónicas, con la esperanza de que no se propague a las comunidades que se encuentran en las densas selvas, pero el gran conocimiento de plantas medicinales puede servir para combatir estas enfermedades importadas, es ahí, el gran reto y responsabilidad de las propias comunidades, organizaciones, etc. de repensar, retomar y re-potenciar los sistemas tradicionales de salud para combatir cualquier amenaza.En estos momentos muchas comunidades están aisladas y con poca ayuda del estado ecuatoriano, con el precio del petróleo por los suelos la situación en el país empeora, pero el clamor de los pueblos amazónicos dejar el petróleo bajo tierra ha llegado, esto permite repensar en una época post petrolera y nuevas formas de desarrollo en el país.Como pueblos luchadores y de resistencia, sabrán sobresalir ante los diferentes desafíos y amenazas como el ''Cambio Climático'', la propagación de la pandemia COVID-19, etc., mientras avance la escasa atención del estado hacia las comunidades, cualquier apoyo de diferentes organismos será trascendental para reconstruir comunidades afectadas por los desbordamientos de los ríos. Si el COVID-19 llegase a una de ellas, otro podría ser el destino de estos pueblos, aunque muchos dicen que ya lo están padeciendo, pero el conocimiento y la sabiduría ancestral en plantas medicinales está curando estos males importados, por Luis Canelos.